11 de enero de 2017

MADROÑOS EN O COUREL


El Arbutus unedo, llamado madroño en castellano y érbedo en gallego, crece en O Courel en las zonas con matices mediterráneos. Se encuentran muchos ejemplares, por ejemplo, en el valle del río Lor, desde Vilamor hasta su confluencia con el Sil. 

Sus flores, que cuelgan en forman de racimo, son bellas y aromáticas. 



Con sus frutos, de un rojo vivo y llamativo que hacen las delicias de los pájaros y de otros animales, pueden hacerse mermeladas, confituras y licores. 




Este arbusto tiene, además, propiedades medicinales y también su madera puede ser aprovechada para diversos usos.  

Como curiosidad, diré que para los romanos era un árbol sagrado, dedicado a la ninfa que protegía el umbral de la casa. Me pregunto si, durante su presencia permanente en estas tierras desde los principios del primer milenio de nuestra era, los aguerridos romanos, atacados por la fiebre del oro, utilizarían el madroño para este fin en O Courel. Al fin y al cabo, proteger sus construcciones significaba custodiar mejor el dorado metal hasta que este emprendiese su viaje hacia Roma. 

O Courel non remata nunca...


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